sábado, 12 de enero de 2013

¡Vamos, vamos, vamos!




Alegría, hermosa chispa divina,
hija del Eliseo
ebrios de entusiasmo entramos
¡Oh diosa! A tu santuario

Friedrich von Schiller

Vamos a soñar en voz alta
a gritar si hace falta
pa'que se entere la calle
la ciudad el mundo
que vamos a por ello
decididos y sin complejos
hartos de terapias píldoras 
y manuales de instrucciones
cansados de consejos gaitas
y miles de sermones

Vamos locos bailando
saludando besando despertando
a nuestro paso
las plantas los niños
los graffitis los murales
los deseos más virginales
todos los paraísos 
naturales o artificiales

No queremos que nos sigas
que nos persigas que nos limites
que nos imites que nos copies
-solo si te sirve pa'algo-

Soñamos en voz alta
por alegría por contagio
por entusiasmo por necesidad
¡Por super vivencia!
Porque nos da la real gana
porque nos late en el alma

¡Qué importa si alcanzamos
nuestros sueños o nos estampamos
contra el suelo!

Importa este instante
este verso tu sonrisa al verte capaz
mi mano tendida
este río que nos lleva y nos enseña
lo efímero y por ello eterno

Puede que ya no seamos jóvenes
ni el teatro se caiga de aplausos
¡Pero es que da igual!
¿Acaso no oyes ese rumor?

Lo importante lo esencial
es que todavía podemos saltar
y gritar en voz alta
con la caligrafía de la osadía
¡Vamos, vamos, vamos!

- ¿Adónde? - dirán esos pesados

Adonde nuestros pies bailen
claqué y se escuche por todos los rincones
la luz de este amanecer
acunándonos la paciencia
pues todo está bien
y esto es lo que somos


In memoriam, por todo lo que está llegando

BSO, Sinfonia nº 9 de Ludwing Van Bethoveen finale Presto - Allegro assai

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